
Ti amo lì contro il muro distrutto
contro la città e contro il sole e contro il vento
contro il resto che io amo e che è rimasto […]
Quisiera ser tu propio pensamiento,
la inseparable sombra que te siga
si no ya como amante, como amiga, […]
Las mujeres imperfectas aman sus cuerpos, sus ciclos y lunas, con todas sus peculiaridades, […]
Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas. […]
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido. […]
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. […]
La primera vez
no te conocí.
La segunda, sí.
Dime […]
Si muero sobrevíveme con tanta fuerza pura
que despiertes la furia del pálido y del frío,
de sur a sur levanta tus ojos indelebles,
de sol a sol que suene tu boca de guitarra. […]
En el centro de la hostia una pestaña,
esto afecta al sacerdote, pero no, en realidad
nunca pareció más blanca, como el vello
de un vientre lo empurece en designio. […]